Archivo de la categoría: Perseverancia

¡Nunca se Rindan!


Sir Winston Churchill repitió tres veces en la escuela el octavo grado debido a que le costaba aprender. Es algo irónico que años después, ¡ la Universidad de Oxford le pidiera pronunciar el discurso de la fiesta de graduados!

Para este acontecimiento llegó con sus acompañantes habituales, un bastón y un sombrero de copa. Mientras se aproximaba al podio, el público le brindó aplausos de aprecio.

Churchill, con pausado ademán calmó la multitud, mientras se paraba firmemente delante de sus admiradores.

Luego colocó el sombrero sobre el atril. Mirando directamente a la ansiosa audiencia, gritó con voz vibrante de autoridad: «¡Nunca se rindan!» Transcurrieron algunos segundos. Se alzó en puntas de pie y gritó nuevamente: «¡Nunca se rindan!»

Sus palabras tronaron a través del auditorio. Se hizo un profundo silencio mientras Churchill alargaba su brazo en busca de su sombrero; ayudándose con su bastón abandonó la tribuna. Su discurso había terminado.

El discurso de graduación de seis palabras de Churchill fue sin duda el más corto y elocuente jamás pronunciado en Oxford. Aun así, su mensaje fue también uno que todos los presentes recordaron durante el resto de sus vidas.

La perseverancia es un gran componente del éxito; si golpea a la puerta con la persistencia y el ruido suficientes, seguramente despertará a alguien.

Vía Renuevo de Plenitud

Solidaridad naval


David R Eberhart Jr

En la Marina de Guerra de los EEUU no se da de baja ni se olvida al camarada cuándo está enfermo, preso, abandonado o sufriente.

Este es el caso del Chief Petty Officer (Suboficial Segundo de la Armada ) David Robert Eberhart JR, enlistado el 03 de agosto de 1993 en Philadelphia, dónde realizó hasta 2002 una excelente carrera de estudio y superación de todos los entrenamientos, cursos y programas.

En 2002 se le diagnosticó cáncer y fué transferido al Hospital Nacional Naval para un doloroso y prolongado tratamiento, del cuál se recuperó luego de un año y regresó al servicio activo, siendo destinado al porta-aviones USS Kitty Hawk con base en Japón.

En 2006 retornó el cáncer y fue reasignado a la base de la US Navy en Hawaii junto a su esposa e hijo, dónde se dedicó a tareas de oficina, evaluaciones y elaboración de programas, al mismo tiempo que continuaba su tratamiento médico.

En 2007 se traslada junto a su familia nuevamente al extremo oriente, siendo asignado a la Base de la US Navy en Pearl Harbor, donde continuó su labor para la armada y los permanentes tratamientos médicos.

A principios de 2008 su estado terminal de cáncer le impedía trabajar normalmente, pero jamás dejó de preocuparse por su gente, levantarle el ánimo a su familia y velar por los intereses de su fuerza.

Fue ascendido a Chief Petty Officer en una emotiva ceremonia junto a sus camaradas, y a los pocos meses, el 07 de junio de 2008 falleció a la edad de 35 años.

David R Eberhart Jr

David R Eberhart Jr

Este ejemplo de camaradería y apoyo de la fuerza, sumado a su actitud positiva, fue lo que lo mantuvo de pie durante años cuándo los médicos y especialistas sólo le daban pocos meses de vida.

La perseverancia vale la pena


UP956550

El futuro de Dave Dawson se veía oscuro en 1974. Basados en pruebas, sus maestros de noveno grado le habían clasificado como retrasado mental. «Mi expectativa vocacional era la de llegar a ser un empaquetador de supermercado», decía Dawson. De hecho, tomó clases para aprender cómo empaquetar los alimentos adecuadamente. Pero hoy es el orgulloso dueño de un título de Doctor en Filosofía de la Escuela de Educación de la Universidad de Iowa.

Dawson recuerda su continua frustración con la escuela. «Fracasaba hiciese lo que hiciese, sin importar cuán duro estudiase». Para agregar sal a la herida, los oficiales escolares exhibían los nombres de los estudiantes reprobados y sus resultados académicos en el tablero de anuncios para que todos lo viesen. Dawson aparecía con frecuencia. Su frustración desencadenó en problemas de conducta. Al no poder tener éxito académicamente como sus compañeros de clase, Dawson optó por una actitud opuesta.

«Me ponía de pie y aplaudía cuando obtenía la calificación más baja de la clase», decía.

Un psiquiatra finalmente diagnosticó una limitación en el aprendizaje. Fue matriculado en una clase de personas iguales a mí en el colegio. «Por primera vez estaba con gente parecida a mí. Y por primera vez, yo no era -y la única manera en que puedo frasear esto, y odio esta palabra- el más tonto».

Sus padres pagaron tutores para ayudarle. Una academia de verano para chicos con problemas de aprendizaje le ayudó a aprender a leer -un poquito.

Dawson se ofreció como voluntario para usar cualquier cualquier herramienta o técnica que pudiese ayudar. «Estuve en todo experimento en el que pude estar», nos dice. Para el décimo grado, ya estaba tomando varias clases regulares. Para el décimoprimero, estaba matriculado solo en clases regulares. Decidió ir a la universidad. Probó varias. Frustrado, las abandonó todas; pero nunca se rindió.

Eventualmente, tras años de luchas y frustración, Dawson obtuvo un grado en Psicología, especializándose en Rehabilitación. Obtuvo su Maestría y, recientemente, su Doctorado en Filosofía en la Universidad de Iowa.

El camino de quien debería ser un empaquetador de comida al doctorado no fue fácil. Con la ayuda de tecnologías de apoyo, incluyendo digitalizadores que leen en voz alta, lo logró y llegó a ser un promotor.

Dawson convenció a la universidad de que le diese $5,000 para comprar más equipo para los estudiantes con deficiencias, e instruir a los maestros sobre las tecnologías de punta. Su promoción perseverante le logró los fondos y creó el Centro para Tecnología de Apoyo y Recursos Educacionales de Iowa, donde es ahora su director.

De vez en cuando su hijo de tres años tiene que corregirlo cuando le lee un cuento a la hora de dormir. Pero si sus luchas han demostrado algo es que la perseverancia vale la pena. «Si yo puedo hacer esto, todos pueden», dijo. «Si anhela su sueño lo suficiente, insista. Puede pasar».

Bill Asenjo, PhD CRC
Fuente: http://www.AsAManThinketh.net
Vía Renuevo de Plenitud

Simon Rodia


Simon Rodia

Nadie podrá imaginar jamás la alegría que embargó a Simón Rodia cuando firmó las escrituras de propiedad de un modesto terreno que, de ser un predio anónimo en la periferia de la ciudad, pronto se convertiría en un lugar famoso hacia el cual hoy día se realizan excursiones turísticas.

Hacía un calor insoportable. Se abanicó con los documentos que acababa de rubricar ante el notario. «Parece el fin del mundo», razonó. Por esa razón aquel día, además de encerrar un enorme significado sentimental para su vida, sería inolvidable.

Desde entonces comenzó a trabajar febrilmente. Día y noche. Sin ceder al cansancio. Lo hizo así por espacio de treinta y tres años. Construyó dos torres enormes. Utilizó desde cristales rotos y cerámicas hasta botellas y setenta mil conchas de mar. Toda una obra de arte.

Simón Rodia vio coronados sus anhelos. Otros habrían desistido en el primer intento. Él no. Siguió firme, hasta el final. Había medido el alcance de su proyecto. Todo lo había calculado cuidadosamente.

Watts Towers

Vía Renuevo de Plenitud

Montana


Joe Montana

Joe Montana

La mayoría de los estadounidenses oyen «Montana» y piensan en dos cosas: un estado y una estrella. Joe Montana es un grande del fútbol americano en todos los aspectos. Antes de retirarse, condujo a los «49 de San Francisco» a cuatro victorias del campeonato nacional. Sus cifras: 16 temporadas, 40.551 yardas, 3.409 pases completados, 273 tantos y el puntaje más alto en quarterback (92.3) de un pasador no activo de la historia. Una ciudad adoptó su nombre. Tanto sus compañeros como sus contrarios han elogiado su elegancia y habilidades cuando estaba bajo presión, y su capacidad de correr un «entrenamiento de dos minutos» y convertirlo en un puntaje ganador.

Sin embargo, antes eran pocos los que creían que Montana tuviese posibilidades de hacer algo grande. Se crió en Monongahela, Pennsylvania, a la gran sombra de anteriores grandes del fútbol americano tales como Unitas, Blanda y Namath. Cuando entró en el equipo del «Notre Dame», estaba en la línea diecisiete. En la época en que estaba en secundaria, condujo a su equipo en 1979 a una victoria en un retorno a la Copa Cotton, pero ningún equipo de la NFL parecía interesarse por él. Dos días antes del reclutamiento atrajo atención de los seleccionadores y fue finalmente elegido por San Francisco en la tercera ronda, en la selección 82. ¡Una vez allí, estuvo sentado en el banco, detrás del quarterback de inicio, por una temporada y media!

No se dé por vencido. ¡Aún hay tiempo!

Vía Renuevo de Plenitud

Haz el intento


bowling

Atreverse a enfrentar grandes retos no es tan malo después de todo son esos momentos los que nos permiten conseguir las oportunidades tan preciadas para los momentos mas oportunos de nuestras vidas, hacer el intento es decirle a los demás y a nosotros mismos que somos mas capaces de lo que creemos y que ciertamente lo podemos en gran manera lograr.

Como anécdota la semana pasada estuve haciendo realidad un sueño como es el practicar el bowling, desde hace algunos años lo he querido hacer mi deporte favorito (a lo mejor a estas alturas vaya a las olimpiadas, ja,ja), lo cierto del caso es que se dio la oportunidad y asistí al bowling guaraguao de Puerto La Cruz y lo que nunca me espere, estaban nada mas y nada menos que los campeones nacionales e internacionales en esta disciplina que pertenecen a Venezuela y mas concreto al Edo Anzoategui.

Ahora bien lo importante es que me atreví y mayor emoción cuando comencé a luchar por lo que deseo, usted también puede, no le tema al caerse o fallar, ello no es mas que la preparación para llegar lo mas lejos posible en su carrera, atrévase a fallar pero también a levantarse y continuar adelante a pesar de los errores que usted pueda cometer, viva la emoción de hacer algo diferente y algo que durante mucho tiempo tal vez ha deseado, no lo deje para el olvido ni ahogue sus penas en lagrimas que de alguna u otra manera se pudieron ahorrar.

Haz el intento de hacer lo que haz querido hacer, no te preocupes por los que están en derredor y por las criticas que podrás recibir.

Los grandes hombres que han triunfado a lo largo de la historia decidieron salir adelante por encima y por sobre cualquiera de las circunstancias que pudieron haber encarado en las olas entespestivas de la profunda mar y de las situaciones adversas que pudieron ahogar sus vidas, pero lo mas importante es que lo intentaron de día y de noche, con fuerzas y sin ellas, con deseo o con ganas de llorar o de rendirse, hacer el intento y los subsiguientes que sean necesarios es la mejor y mayor muestra de perseverancia y además es un indicativo que estas acortando la meta y por lo tanto el objetivo esta mucho mas cerca del día anterior.

Hacer el intento es mostrar el carácter que se ha forjado en el intelecto y en el alma de los hombres que hemos decidido no conformarnos al presente sino mirar hacia el futuro con mas y mayor optimismo y plenamente con vencidos que la lucha por llegar a la meta ha comenzado y terminara dependiendo del corazón que coloquemos en ello. No se rinda que apenas esta comenzando la carrera hacia el éxito, tome todo su arsenal y continúe una y otra vez mas, solo la constancia le permitió a la humanidad contar con grandes almas que luego de miles de intentos y oportunidades consiguieron aquel «imposible» por el que luchaban, ciertamente no fue de la noche a la mañana, pero en su momento de que fue, lo fue.

Sigue adelante y no te rindas, recuerda que si te rindes pierdes, el mayor de los éxitos para ti.

Jairo Rolando Mendoza
Via Renuevo de Plenitud

Vaselina


vaselina

Robert Chesebrough tenía un producto en el cual creía incondicionalmente. En realidad, era un invento propio. Chesebrough había transformado el sedimento que se forma en los ejes de los equipos de petróleo, cera de varillas, en una gelatina de petróleo que personalmente había comprobado que poseía grandes propiedades curativas.

Creyó tan profundamente en los aspectos curativos de su creación que se transformó en su propio «sujeto experimental». Para demostrar a otros los beneficios de su producto, Chesebrough se quemó con ácidos y con fuego… y se cortó y raspó tan frecuentemente y profundamente… que durante toda su vida llevó las cicatrices de sus experimentos.

No obstante, Chesebriugh demostró su punto de vista y la gente se convenció. Solamente tenían que mirar sus heridas y cómo las mismas se habían curado para ver el valor de su producto… el cual sigue siendo todo un éxito. Lo conocemos como vaselina.

¿Qué ve usted actualmente como una posibilidad?

¿Está lo suficientemente convencido de su potencial para ayudar a otros como para estar dispuesto a invertir su tiempo, energías, recursos y esperanzas para desarrollarlo?

El futuro pertenece a los que ven las posibilidades antes de que ellas se vuelvan evidentes.

Vía Renuevo de Plenitud

Siempre insista


telemarketing

Un estudio conducido por la National Retail Dry Goods Association señala que los primeros intentos sin éxito llevan a casi la mitad de los vendedores a cierto fracaso. Ponga atención:

48 por ciento de los vendedores hacen una llamada y desisten.

25 por ciento de los vendedores hacen dos llamadas y desisten.

15 por ciento de todos los vendedores hacen tres llamadas y desisten.

12 por ciento de todos los vendedores insisten e insisten e insisten e insisten.

Ellos hacen el 80 por ciento de todas las ventas.

Insistencia es un resorte que nos impulsa al gran salto de las nuevas oportunidades. Son muchos los que se han quedado frustrados en el camino, cuando en realidad había delante de ellos la oportunidad más grande de su vida. Insista, insista e insista porque muy pronto la puerta se te abrirá.

Perverancia es una semilla que cuando germina produce uno de los árboles más frondosos de la vida.

Vía Renuevo de Plenitud

Recorre el Camino


churchill

El señor Winston Churchill, líder irascible de Inglaterra durante la Segunda Guerra Mundial, es uno de los más nombrados de los tiempos modernos. Lo que muchas personas olvidan es que también está vinculado con una de las derrotas más viles de la historia de Inglaterra contemporánea, la campaña Galípoli, de la Primera Guerra Mundial, que le obligó a presentar su dimisión del Almirantazgo en 1915 y casi destruyó su carrera.

¿Claudicar? ¡No Winston Churchill! De hecho, veinticinco años después, el 10 de mayo de 1940, sucedió a Chamberlain como primer ministro. Los días posteriores, sin embargo, fueron considerados los más sombríos de toda la historia inglesa.

La Segunda Guerra Mundial trajo consigo Dunkerque y el desplomo de Francia. Londres fue bombardeado durante toda la noche, por aquel bien conocido ataque relámpago. Era precisamente en esas ocasiones que Churchill urgía a sus compatriotas a conducirse de tal modo que, «si el Imperio Británico y su nación perdurara por miles de años, los hombres pudieran decir: Este fue su mejor momento.»

¿Dudó Churchill alguna vez acerca del desenlace del conflicto mundial que amenazaba con destruir todo lo que él amaba? Sería humano. Independientemente, vivió en carne propia el reto que hiciera a los hombres de su nación. Se condujo a sí mismo, tan efectivamente, que los historiadores consideran que aquel tiempo fue «su mejor hora». En términos sencillos: «Anduvo el camino y fue eco de sus palabras.»

En ese sentido, Churchill y otros líderes mundiales que admiramos, no difieren tanto de nosotros. También enfrentamos el reto de vivir a diario con integridad y existencia, de modo que sea dicho de nosotros, que cuando enfrentamos desafíos, fue nuestra mejor hora.

Vía Renuevo de Plenitud

No Te des por Vencido!!!


rumeal robinson

A principio de la temporada de baloncesto de 1989, Michigan se enfrentó a Wisconsin. Faltando segundos en el último cuarto de hora, Rumeal Robinson de Michigan se vio en la línea de penalidad. Su equipo estaba rezagado por un punto y él sabía que si podía anotar ambos tiros libres, Michigan ganaría. Tristemente, Rumeal falló ambos tiros. Wisconsin perdió frente al preferido Michigan y Rumeal fue a su vestidor sintiéndose aplastado y avergonzado.

Sin embargo, su desánimo lo estimuló a tomar acción y motivó su determinación. Decidió que al final de cada práctica por el resto de la temporada, tiraría cien tiros libres extras al canasto. ¡Y lo logró!

El momento llegó cuando Rumeal se puso en la línea de penalidad en otro juego, de nuevo con la oportunidad de hacer tiros libres al canasto. ¡En esta ocasión, solo quedaban tres segundos de tiempo, y el juego era de los finales de la NCAA! ¡Como un chasquido salió el primer lanzamiento! Y como un chasquido el segundo. Esos dos puntos dieron a Michigan la victoria y el Campeonato Colegial Nacional de la temporada.

¿Has fracasado en algo? No te des por vencido. En vez de ello, intensifica tu esfuerzo. ¡El éxito es posible!

Vía Renuevo de Plenitud

No te rindas nunca


hiedraUna vez más, la joven maestra leyó la nota adjunta a la hermosa planta de hiedra.

«Gracias a las semillas que usted plantó, algún día seremos como esta hermosa planta. Le agradecemos todo lo que ha hecho por nosotras. Gracias por invertir tiempo en nuestras vidas».

Una amplia sonrisa iluminó el rostro de la maestra mientras por sus mejillas corrían lágrimas de agradecimiento. Como el único leproso que manifestó gratitud hacia Jesús cuando fue sanado, las chicas a quienes les había dado clase en la escuela dominical, se acordaban de agradecer a su maestra. La planta de hiedra representaba un regalo de amor.

Durante meses la maestra regó fielmente la planta en crecimiento. Cada vez que la miraba, recordaba a esas adolescentes especiales y eso la animaba a seguir enseñando.

Pero al cabo de un año, algo sucedió. Las hojas empezaron a ponerse amarillas y a caerse; todas, menos una. Pensó en deshacerse de la hiedra, pero decidió seguir regándola y fertilizándola. Un día, al pasar por la cocina, la maestra vio que la planta tenía un brote nuevo. Unos días después, apareció otra hoja, y luego otra más. En pocos meses, la hiedra estaba otra vez convirtiéndose en una hermosa planta.

Henry Drummond dice: «No pienses que no pasa nada, simplemente, porque no ves tu crecimiento, o no escuchas el zumbido de los motores. Las grandes cosas crecen silenciosamente».

Hay pocas alegrías más grandes que la bendición de invertir fielmente amor y tiempo en las vidas de otras personas. ¡Nunca, nunca te des por vencido con esas plantas!

Brian Boyle Impactante historia de la vida real


Mi nombre es Brian Boyle, y soy la prueba de que los milagros suceden.

Un mes después de que me gradué de escuela secundaria en 2004, yo llegaba a casa de la práctica de natación y me ví involucrado en un accidente fatal con un Camión e Basura.

El impacto de la violenta colisión destrozó mi corazón en mi pecho, destrozó mis costillas, la clavícula, la pelvis, colapsaron mis pulmones, causando daños a cada órgano, mis riñones e hígado dejaron de funcionar, mi bazo y vesícula biliar tuvieron que ser removidas, resultando en la pérdida de El 60% de mi sangre, graves daños a los nervios de mi hombro izquierdo, dejándome en coma siendo sostenido por equipos electrónicos y médicos durante más de dos meses en el Prince Georges Hospital Center en Cheverly, MD.

No tengo una memoria del accidente, o de los pocos días antes de la fecha del accidente. Lo primero que recuerdo después de la colisión y que aún está vivo en mi mente hasta el día de hoy, era estar en un gran tubo de color blanco. En este tubo había un muchacho sentado a mi izquierda, y muchos otros muchachos y muchachas sobre mi lado derecho (uso el término muchachos porque parecían ser de mi edad). Yo no sabía por qué yo estaba allí o incluso cómo llegue allí, en primer lugar. Cuanto más tiempo pasaba allí, más podía visualizar mi entorno. El muchacho a mi izquierda tenía un teléfono celular, y me preguntó si lo necesitaba para llamar a alguna persona por mi. Le dije «sí, puedes llamar a mis padres y decirles que los amo.»

La siguiente cosa que recuerdo es despertar en una cama de hospital, químicamente paralizado y conectado con todas esas máquinas. En medio de todos los pitidos y zumbidos que emitían los equipos médico que estaban salvando mi vida en ese instante, he podido oír a mi mamá y papá diciéndome entre pausas dramáticas y llorando histéricamente, que «todo iba a estar bien».

Sólo momentos antes creo que estaba esperando en línea para conocer mi juicio definitivo, pero ese no debe haber sido mi tiempo. Momentos después, tuve volver a la vida. Esto fue sólo el comienzo de mi sufrimiento.

Me cuentan que morí ocho veces mientras estaba en la unidad de cuidados intensivos, e incluso, cuando me desperté de mi coma, no podía hablar ni comunicarme. No se sabía con seguridad si quisiera saldría de mi habitación en una silla de ruedas o una bolsa de morgue. En lo que respecta a mi futuro, no existía.

Caminar de nuevo nunca sucedería por todas las graves lesiones y a causa de la pelvis destrozada. El pensar de nuevo en la natación, era sólo eso, sólo un pensamiento. Al igual que mi cuerpo, mis sueños se hicieron añicos. Pero, ¿no me dí por vencido porque sabía que Dios tenía un plan para mí.

Después de pasar dos meses en estado de coma, 14 operaciones, 36 transfusiones de sangre, 13 tratamientos de plasma , perdí un total de 100 libras y tuve que ir a un centro de rehabilitación en Baltimore. Tuve que aprender a hablar, comer, caminar, ducharme, y vivir de forma independiente. Después de esa experiencia agonizante, tuve que ir a terapia ambulatoria en Waldorf, Maryland.

Después de pasar unos meses en una silla de ruedas, tomé la decisión de trabajar duro para volver a caminar, asi que comencé a pasos de bebé para caminar por mi cuenta. Fue un milagro, despues de mucho esfuerzo, pude caminar de nuevo, pero quería probarle los médicos que no sólo podría caminar, sino también correr. Después de que lo había logrado, decidí que era momento de trabajar duro para volver de nuevo en la piscina. Después de unas cuantas pruebas de pulmón, pude ir a la piscina un poco cada semana.

Antes del accidente yo tenía tres objetivos: ir a la universidad, nadar en el equipo, y competir en un triatlón ironman (hombre de hierro) algún día. Después de unos meses de unas cuantas vueltas de natación aquí y allá con mi pareja y la buena formación de amigos, Sam Fleming, decidí que yo no iba a permitir que mis lesiones me impidieran vivir mi sueño. Seis meses después de que empecé mi primer año en el St Mary’s College de Maryland – y me convirtí en un orgulloso miembro del equipo de natación.

Es muy fácil leer o escuchar estos hechos de la lista y hacer que se vea como si todo fue un logro facil y que todo se dió de una manera que todo encajó perfectamente, pero la verdad es que no. No fue fácil, no entonces, y no ahora. El dolor y la agonía fue real y existió a través de todo el camino – en los buenos tiempos y los muy malos.

No fue una situación fácil estar en una cama, mirando al techo, a sabiendas de que su vida se acaba mientras estás viendo a un sacerdote leyéndote los últimos derechos. Pensé dentro de mí mismo una y otra vez, ¿por qué me pasó esto a mí. Siempre fui un buen chico, recibí buenas calificaciones en la escuela, e asistía la iglesia. ¿Por qué algo tan horrible como esto a mí? ¿Por qué Dios permite esto? pasé día tras día preguntándome por qué? Y, entonces me di cuenta. Todo mi esfuerzo de pensar y pensar lo estaba gastando en las preguntas equivocadas, (los Porque a mi? si yo esto… y aquello..) – así que cambié mi manera de pensar a una sola pregunta y esa era la única … ¿por qué estaba aún con vida?, después de eso ya no tenía más preguntas . Finalmente entendí mi propósito en la vida.

Con los 50 años la esperanza de vida se me dio de los médicos, ahora estoy tratando de vivir cada día al máximo y esperamos inspirar y motivar a otras personas en su vida y su fe. Algunas personas dicen que soy como ‘Lázaro’ porque Dios me trajo de vuelta a la vida. Todo lo que sé es que quiero aprovechar al máximo el precioso tiempo que se dan.

Mi historia es acerca de la recuperación y el regreso, pero quiero hacer mucho más que eso. Quiero hacer un impacto positivo en el mundo. Quiero motivar espero inspirar a otras personas a través de mis esfuerzos a nunca renunciar a sus sueños y para no dejar nunca de creer y su fe en Dios, no importa cuán malo pueda parecer una situación.

Cuál es tu excusa?


Algunas de las figuras más renombradas cargaron con incapacidades y adversidades.

Sir Walter Scott, el novelista, poeta y editor británico… era lisiado.

John Bunyan, escritor y predicador, autor del libro El Progreso del Peregrino… estaba en prisión.

George Washington, primer Presidente de Los Estados Unidos en 1789… estaba paralizado por la nieve y aterido en Valley Forge.

Abraham Lincoln, Presidente de los Estados Unidos que abolió la esclavitud… fue criado en la pobreza.

Benjamín Disraeli, Primer Ministro Inglés… fue objeto de terribles prejuicios religiosos.

Franklin D. Roosevelt, trigésimo segundo Presidente de Los Estados Unidos… estaba golpeado por la parálisis infantil.

Ludwig van Beethoven, compositor alemán de música clásica… se quedó sordo.

Glenn Cunningham, un corredor poseedor de marcas mundiales… tenía piernas malamente quemadas por un incendio del colegio.

Booker T. Washington, Garriet Tubman, Marian Anderson y George Washington Carver… nacieron todos en una sociedad llena de discriminación racial.

Enrico Caruso, el tenor italiano… fue el primer niño que sobrevivió en una familia pobre de dieciocho hijos.

Itzhak Perlman, concertista de violín… estaba paralizado de la cintura para abajo desde los cuatro años de edad.

La gran mayoría de buenas excusas para fracasar… ¡no existen!

Lo mejor aún


John Erskine fue uno de los hombres más versátiles y mejores educados de su época, un verdadero ¨hombre del Renacimiento¨.

Fue educador, considerado uno de los mayores maestros que jamás haya tenido la Universidad de Columbia.

Era concertista de piano, autor de sesenta libros, estaba al frente de la Escuela de Música Julliard, y era un popular conferencista lleno de ingenio para una gran cantidad de grupos. Poseía un contagioso entusiasmo por aprender.

Los estudiantes concurrían a las clases de Erskine no por su fama o consumada carrera, sino por lo que él creía de ellos. Erskine poseía la firme creencia que el mundo no le pertenecía a él, sino a sus alumnos.

Les decía frecuentemente: ¨Los mejores libros aún no se han escrito. Las mejores pinturas aún no se han pintado, los mejores gobiernos aún no se han formado.

¡Lo mejor aún debe ser hecho por ustedes!¨

Fue su entusiasmo por la vida y su optimismo por el mañana los que se convirtieron en su mayor atributo y herencia.

Todo hombre tiene momentos de entusiasmo. Algunos lo poseen por treinta minutos, otros por treinta días, pero el que lo posee por treinta años es el que triunfa en la vida.

Mire siempre hacia adelante y hacia las alturas. Sus mayores contribuciones hacia la vida, sus mejores entregas, sus mejores cuidados, lo mejor de su amor, ¡aún está por darse!

Tomado de editorialunilit.com

El Terremoto


En 1989, un terremoto de 8.2 grados por poco acaba con toda Armenia, pero sí mató a más de 30 mil personas en menos de cuatro minutos.

En medio de esa devastación y caos totales, un padre desesperado dejó a su esposa segura en casa y se precipitó a la escuela donde debía estar su hijo, solo para descubrir que el edificio estaba completamente derruido. Después del impacto traumático inicial, recordó la promesa que le había hecho a su hijo:
«PASE LO QUE PASE SIEMPRE ESTARÉ CONTIGO.»

Y sus ojos empezaron a llenarse de lagrimas. Mientras miraba la pila de escombros que alguna vez había sido la escuela, parecía no haber esperanza, pero no dejó de pensar en el compromiso con su hijo. Comenzó a concentrarse en el lugar de la escuela al que caminaba su hijo a clases cada mañana. Recordó que el salón de su hijo estaría en la esquina derecha del fondo del edificio, se precipitó hacia allá y comenzó a excavar entre el cascajo.

Mientras excavaba, otros padres desesperados llegaron con la mano sobre el corazón y diciendo: ‘¡Mi hijo!’, ‘¡Mi hija!’ Otros padres bien intencionados trataron de apartarlo de lo que quedaba de la escuela y le decían:

«¡Es demasiado tarde!», «¡Están muertos!» ,»¡No puedes ayudar!», «¡Vete a casa!», «¡Vamos, afronta la realidad, no hay nada que puedas hacer!», «¡Así solo vas a empeorar las cosas!»

A cada uno de los padres le respondía con una frase: «¿AHORA ME VAS A AYUDAR?»

Y procedía a excavar en busca de su hijo, piedra por piedra. El jefe del cuerpo de bomberos, la policía, todos trataron de persuadirlo para que dejara todo, dándole un sinfín de explicaciones, pero este padre amoroso y protector solo los escuchaba y les contestaba: «¿AHORA ME VAS A AYUDAR?»

Nadie ayudó. Valientemente siguió trabajando el solo, porque necesitaba saber por si mismo si su hijo estaba vivo o muerto. Excavo durante 8 horas… 12 horas… 24 horas… 36 horas… Y casi a las 38 horas de hacerlo, extrajo una loza y escuchó la voz de su hijo.

Con el corazón a punto de estallarle gritó su nombre:
– «¡ARMANDO!»

Y escuchó una voz de vuelta:
– «¡¿PAPA?!

– ¡Soy yo Papá! Les dije a los otros niños que no se preocuparan, les dije que si tu estabas vivo me salvarías y que cuando tu me salvaras, ellos estarían salvados. Tu me lo prometiste: ‘Pase lo que pase, siempre estaré contigo.’ ¡Lo hiciste Papá!»

– «¿Qué esta pasando allá adentro? ¿Cómo está?» Preguntó el padre.
– «Quedamos 14 niños de 33 papá. Tenemos miedo, hombre y sed. Cuando se cayó el edificio se hizo una cuña como un triángulo y nos salvó.»
– «¡Sal hijo!»
– «¡No Papá! Deja que los otros niños salgan primero, porque yo sé que tu me sacarás. ¡Pase lo que pase, sé que estarás conmigo!
«

La bailarina


 

Una joven había tomado clases de ballet durante toda su infancia, y había llegado el momento en que se sentía lista para entregarse a la disciplina que la ayudaría a convertir su afición en profesión.

Deseaba llegar a ser la primera bailarina y quería comprobar si poseía las dotes necesarias, de manera que cuando llegó a su ciudad una gran compañía de ballet, fue a los camerinos luego de una función, y habló con el director.

Quisiera llegar a ser una gran bailarina, le dijo, pero no se si tengo el talento necesario o que me hace falta.
Dame una demostración, le dijo el maestro.
Transcurrido apenas 5 minutos, la interrumpió, moviendo la cabeza en señal de desaprobación.

No, no tiene usted condiciones.

La joven llegó a su casa con el corazón desgarrado, arrojó las zapatillas de baile en un armario y no volvió a calzarlas nunca más, se casó, tuvo hijos y cuando se hicieron un poco mayores, tomó un empleo de cajera en un supermercado.

Años después asistió a una función de ballet, y a la salida se topó con el viejo director que ya era octogenario, ella le recordó la charla que habían tenido años antes, le mostró fotografías de sus hijos y le comentó de su trabajo en el supermercado, luego agregó: Hay algo que nunca he terminado de entender.
Cómo pudo usted saber tan rápido que yo no tenía condiciones de bailarina?

Ahhh, apenas la miré cuando Ud. bailó delante de mi, le dije lo que siempre le digo a todas, le contestó.
Pero eso es imperdonable! Exclamó ella, arruinó mi vida, pude haber llegado a ser primera bailarina!

– No lo creo, repuso el viejo maestro. Si hubieras tenido las dotes necesarias, y una verdadera vocación para bailar, no habrías prestado ninguna atención a lo que yo dije.

Sin duda, si te crees perdido, estás perdido y si crees que no puedes, pues no podrás.
Si quieres hacer algo pero lo crees imposible, no creo que triunfes jamás.

En la vida no solo el valiente o el veloz triunfa, tarde o temprano el que siempre vence es el que cree que es posible.

Papá, tengo hambre!


Pasaba del medio día, el olor de pan caliente invadía aquella calle, un sol escaldante invitaba a todos a un refresco. Ricardito no aguantó el olor rico del pan y dijo:

– ¡¡¡Papá tengo hambre!!!

El padre, Agenor, sin tener un centavo en el bolsillo, caminando desde muy temprano buscando un trabajo, mira con los ojos mareados al hijo y le pide un poco más de paciencia…

– Pero papá, ¡desde ayer no comemos nada, tengo mucha hambre, papá!

Avergonzado, triste y humillado en su corazón de padre, Agenor le pide al hijo esperar en la vereda mientras entra en la panadería que estaba enfrente.

Al entrar se dirige a un hombre en el mostrador:

– Señor, estoy con mi hijo de tan sólo 6 años en la puerta, con mucha hambre, no tengo ninguna moneda, pues salí temprano para buscar un empleo y nada encontré, le pido que en el nombre de Jesús me dé un pan para que yo pueda matar el hambre de ese niño, en cambio puedo barrer el piso de su establecimiento, lavar los platos y vasos, u otro servicio que usted necesite.

A Amaro; el dueño de la panadería le extraña que aquel hombre de semblante calmo y sufrido, pida comida a cambio de trabajo y pide que llame al niño…

Agenor toma a su hijo de la mano y lo presenta a Amaro, que inmediatamente pide que los dos se sienten junto al mostrador, donde le pide a su esposa les sirva dos platos de comida del famoso PLATO DEL DIA: ARROZ, FRIJOLES, CARNE MOLIDA Y HUEVO. Para Ricardito era un sueño, comer después de tantas horas en la calle…

Para Agenor, un dolor más, ya que comer aquella comida maravillosa lo hacía recordar a su esposa y a sus dos hijos que quedaron en casa solamente con un puñado de arroz… Gruesas lágrimas bajaban de sus ojos ya en el primer bocado.

La satisfacción de ver a su hijo devorando aquel plato simple como si fuera un manjar de los dioses, y el recuerdo de su pequeña familia en casa, fue demasiado para su corazón tan cansado de más de 2 años de desempleo, humillaciones y necesidades… Amaro se aproxima de Agenor y percibiendo su emoción, bromea para relajarlo:

– ¡OH, María!!! Tu comida debe estar muy fea… Mira a mi amigo, ¡hasta está llorando de tristeza de ese plato!

Inmediatamente, Agenor sonríe y dice que nunca comió comida tan apetitosa, y que le agradecía por darle ese placer…

Amaro pide entonces que el tranquilice su corazón, que almorzase en paz y después conversarían acerca de trabajo…

Más confiadamente, Agenor seca las lágrimas y empieza a almorzar, ya que su hambre estaba agobiándolo…

Después del almuerzo, Amaro invita Agenor para conversar en el fondo de la panadería, donde había un pequeño escritorio… Agenor cuenta entonces que hace más de 2 años había perdido el empleo y desde entonces, sin una especialidad profesional, sin estudios, estaba viviendo de pequeñas «chambas aquí y allí», pero que hace 2 meses no recibía nada…

Amaro resuelve entonces contratar a Agenor para servicios generales en la panadería, y le prepara al hombre una canasta básica con alimentos para por lo menos 15 días…

Agenor con lágrimas en los ojos agradece la confianza de aquel hombre y marca para el día siguiente su inicio en el trabajo… Al llegar en casa con toda aquella cantidad Agenor es un nuevo hombre.

Sentía esperanzas, sentía que su vida tomaría nuevo impulso… La vida le estaba abriendo más que una puerta, era toda una esperanza de días mejores…

Al día siguiente, a las 5 de la mañana, Agenor estaba en la puerta de la panadería ansioso de iniciar su nuevo trabajo…

Amaro llega luego y sonríe para aquel hombre que ni él sabía por qué estaba ayudando…

Tenían la misma edad, 32 años, e historias diferentes, pero algo dentro de él lo llamaba para ayudar a aquella persona… Y, no se equivocó.

Durante un año, Agenor fue el más dedicado trabajador de aquel establecimiento, siempre honesto y extremadamente celoso con sus deberes…

Cierto día, Amaro llama a Agenor para una charla y habla de la escuela que abrió lugares para la alfabetización de adultos a una cuadra arriba de la panadería, y que él tenía interés que Agenor estudiara.

Agenor nunca se olvidó de su primer día de clase: la mano trémula en las primeras letras y la emoción de la primera carta…

Doce años han pasado desde aquel primer día de clases…

Vamos a encontrar al Lic. Agenor Baptista de Medeiros, abogado, abriendo su oficina a su primer cliente, y después a otro y después a otro más… Al medio día él baja para beber un café en la panadería del amigo Amaro, que queda impresionado al ver su antiguo empleado tan elegantemente vestido en su primer traje…

Diez años se pasan, y ahora el Lic. Agenor Baptista, ya con una clientela que mezcla los más necesitados que no pueden pagar, y los más adinerados que pagan muy bien; decide crear una institución que ofrece a los desvalidos de la suerte, que andan por las calles, personas desempleadas y con carencias de todo tipo, un plato de comida diariamente a la hora del almuerzo…

Más de 200 comidas se sirven diariamente en aquel lugar administrado por su hijo, el ahora nutricionista Ricardo Baptista… Todo cambió, todo pasó, pero la amistad de aquellos dos hombres, Amaro y Agenor impresionaba a todos los que conocían un poco de la historia de cada uno…

Cuentan que a los 82 años los dos fallecieron el mismo día, casi en la misma hora, muriendo plácidamente con una sonrisa del deber cumplido…

Ricardito, el hijo, mandó gravar delante de la «Casa del Camino», que su padre fundó con tanto cariño:

“¡Un día yo tuve hambre, y me alimentaste.Un día yo estaba sin esperanzas y me diste un camino. Un día me desperté solo, y me diste la paz, y eso no tiene precio. ¡Qué la paz habite en tu corazón y alimente tu alma! ¡Y que te sobre el pan de la misericordia para extender a quien lo necesita!”

Autor desconocido

Persevera


Hace unos años, a un hombre en sus sesentas le fue ofrecido $200,000 dólares americanos por su motel, restaurante y gasolinera que había construido a través de toda su vida. Rechazó la oferta porque no quería jubilarse.
Dos años después, cuando tenía 65 años de edad, construyeron una autopista que desvió el tráfico de donde estaba su negocio y, como consecuencia, perdió todo.La mayoría de personas a su edad hubieran tirado la toalla. Pero no este hombre.
El sabía como cocinar pollo, así que tomó su viejo y deteriorado carro y empezó a viajar por todos los Estados Unidos, intentando vender su receta de pollo a otros restaurantes.
Su recorrido fue difícil. He oído que su receta fue rechazada por más de 1,000 restaurantes hasta que, por fin alguien la quiso. A pesar de sus obstáculos, el hombre siguió hacia su meta y dentro de unos pocos años, había empezado una cadena de restaurantes por todo el país y por todo el mundo llamado Kentucky Fried Chicken.
¿Su nombre? Coronel Sanders.
El que persevera Alcanza..!

Un cuarto para las doce


¿Has observado que el panorama suele verse mas negro poco antes de ocurrir un viraje positivo? El hombre de negocios afirma que justo antes de hacer su fortuna, estaba a punto de claudicar. Le llegaba el agua al cuello cuando, de repente, todo empezo a cambiar.
A punto de renunciar, se mantuvo firme justo lo necesario para dar a su trayectoria un giro de ciento ochenta grados y cosechar los frutos.

Quiza te haya ocurrido que cuando sientes que no vale la pena vivir, aparece una persona en tu vida que eleva tu animo hasta las nubes.
La vida es asi porque existe el principio del «cuarto para las doce».
siempre hace mas frio y esta mas oscuro antes del amanecer. Si resistimos lo suficiente, recibiremos nuestra recompensa.

En el acto de dar a luz, este principio entra en accion. Justo antes del gran milagro de la vida, la resistencia de la futura madre es sometida a una prueba de fuego, por medio de intensos dolores y gran angustia
(¡dice mi mama que valio la pena!).

En cuanto reconocemos la existencia del «cuarto para las doce», la vida pierde mucho de su caracter traumatico. En efecto, la creacion parece someternos a prueba todo el tiempo, para ver si en verdad tomamos en serio nuestras metas. Si resistimos ese poquito mas… ¡oh alegria!

Conocer este principio es tener una buena ventaja, cuando todo es un caos, podemos decirnos: «¿de modo que todo marcha mal? Eso quiere decir que aquello por lo que tanto he luchado puede estar a la vuelta de la esquina».

Por lo tanto, deberiamos sentirnos mejor. Generalmente estaremos a prueba, en alguna forma, antes de recibir algo valioso. Si estamos conscientes del principio del «cuarto para las doce» y enfrentamos las dificultades conscientes de que son parte del proceso de lograr el exito, en primer lugar no seremos desertores y, en segundo, obtendremos lo que queremos en la vida.

Cuando todo se ve «color de hormiga» puede ser el momento de celebrar. Quiza ya estes cerca de la meta.

Amigos, que esta semana sea el «cuarto para las doce» de sus mas caros anhelos.

Andrew Mathews

Perseverancia (2)


Si no existieran limitaciones que superar, la maravillosa riqueza de la experiencia humana perdería parte de su gozo. La hora pasada en la cumbre no sería ni la mitad de estupenda si no hubiera valles oscuros que atravesar.Helen Keller.

Durante su primer año en el mercado, la empresa Coca-Cola vendió solo cuatrocientas botellas.

Cuando estaba en la secundaria, Michael Jordan, el superastro del basketball, fue separado del equipo de basket de su escuela.

Sheila Holzworth perdió la vista cuando tenía solo diez años. El soporte de ortodoncia que le rodeaba la cabeza se soltó y se le clavó en los ojos. Pese a la ceguera, llegó a ser una atleta de celebridad internacional; entre sus logros se cuenta el haber escalado la helada cumbre del monte Rainier, en 1982.

Rafer Johnson, el campeón de decatlón, nació con el pie zopo.

El primer libro de cuentos infantiles del doctor Seuss, Pensar que lo vi en la calle Mulberry, fue rechazado por veintisiete editoriales. La número veintiocho, Vanguard Press, vendió seis millones de ejemplares del libro.

John Bunyan escribió El progreso del peregrino mientras estaba preso en una cárcel de Bedford por sus opiniones religiosas. Sir Walter Raleigh escribió la Historia del mundo durante un confinamiento de trece años.

Martin Lutero tradujo la Biblia estando prisionero en el castillo de Wartburg.

Thomas Carlyle prestó el manuscrito de La Revolucion Francesa a un amigo, cuyo criado lo usó desaprensivamente para encender el fuego. El escritor, al saberlo, volvió con toda calma al trabajo y lo reescribió.

Winston Churchill no logró ser admitido en las prestigiosas Universidades de Oxford y Cambridge porque “su conocimiento de los clásicos era deficiente”

En 1905, la Universidad de Berna rechazó una tesis doctoral por considerarla irrelevante y fantasiosa. El joven estudiante de física que la redactó era Albert Eisntein, quien, a pesar de la decepción, no se dejó amilanar.

Jack Canfield y Marck Victor Hansen.

No te rindas..!


Era mitad del siglo XIX y se escuchaba en las oficinas de la Escuela Primaria de un pequeño pueblo de Ohio de los Estados Unidos la siguiente conversación.

– “El niño tiene un leve retraso mental que le impide adquirir los conocimientos a la par de sus compañeros de clase, debe dejar de traer a su hijo a esta escuela”.
.. A la mujer no pareció afectarle mucho la sentencia de la maestra, pero se encargó de transmitirle a su hijo que el no poseía ningún retraso y que Dios, en quien confiaba fielmente desde su juventud, no le había dado vida para avergonzarlo, sino para ser un hombre de éxito.

Pocos años después, este niño, con solo 12 años, fundó un diario y se encargaba de venderlo en la estación del ferrocarril de Nueva York.
No fue todo, se dedicó a estudiar los fenómenos eléctricos, y gracias a sus estudios logró perfeccionar el teléfono, el micrófono, el megáfono, y otros inventos como el fonógrafo, por citar solo alguno.
Que lejos quedaba en el recuerdo del niño las palabras de su maestra.

Todo parecía conducirse sobre ruedas hasta que un día se encontró con un gran obstáculo, su mayor proyecto se estaba desvaneciendo ante sus ojos, había buscado incansablemente la forma de construir un filamento capaz de generar una luz incandescente, pero que al mismo tiempo resista la fuerza de la energía que lo encendía.

Sus financistas estaban impacientes, sus competidores parecían acercarse a la solución antes que él, y hasta sus colaboradores se encontraban desesperanzados.
Luego de tres años de intenso trabajo uno de ellos le dijo …»Thomas, abandona este proyecto, ya llevamos mas de tres años y lo hemos intentado en mas de dos mil formas distintas y solo conocemos el fracaso en cada intento».

La respuesta no se hizo esperar y se dirigió a el con la misma vehemencia que su madre había tenido unos 25 años atrás …»mira, no sé que entiendes tu por fracaso, pero de algo si estoy seguro, y es que en todo este tiempo aprendí que antes de pensar en dos mil fracasos he descubierto mas de dos mil maneras de no hacer este filamento y eso me da la pauta de que estoy encaminado». Pocos meses después iluminó toda una calle utilizando la luz eléctrica.

Su nombre fue Thomas Alva Edison, una persona que entendió la manera de vivir de Gloria en Gloria, y pudo ver aún en las tormentas más fuertes, el pequeño sendero que lo llevaría al éxito.

Perseverancia (1)


1816 ~ Su familia fue forzada a salir de su hogar, a la edad de 7 años tuvo que empezar a trabajar para ayudar con los gastos.

1818 ~ Su madre murió.

1831 ~ Fracasó en todos los negocios que emprendió.

1832 ~ Compitió para la Legislatura estatal y perdió. También perdió su trabajo y fue rechazado para entrar a la escuela de leyes.

1833 ~ Pidió prestado un dinero para empezar un negocio, fracasó y gastó 17 años de su vida para pagar la deuda.

1834 ~ Volvió a competir para la legislatura estatal y ganó.

1835 ~ Se comprometió en matrimonio, su novia murió.

1836 ~ Tuvo una crisis nerviosa y estuvo en cama por 6 meses.

1838 ~ Compitió para presidente de la cámara estatal y otra vez fue derrotado.

1840 ~ Se postuló para gobernador y fue derrotado.

1843 ~ Compitió para el congreso federal, y perdió.

1846 ~ Se postuló de nuevo para el congreso federal y ganó

1848 ~ Compitió en la reelección del congreso, y volvió a perder.

1849 ~ Se postuló para Oficial estatal y fue rechazado.

1854 ~ Compitió para senador y volvió a perder

1856 ~ Buscó la nominación a la vicepresidencia y obtuvo la ridícula suma de menos de 100 votos.

1858 ~ Compitió de nuevo para senador, y ¿qué creen?.. volvió a perder

1860 ~ Fue elegido presidente de su país..

Actualmente es quizás el presidente más querido y recordado en la historia de su país..
Su nombre: Abraham Lincoln.

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