Independencia emocional


paolo-coelho«Al principio de nuestra vida, y una vez más cuando envejecemos, nos hacen falta la ayuda y el cariño de los demás. Desgraciadamente, entre estos dos periodos de nuestra vida, durante el tiempo en el que somos fuertes y capaces de cuidar de nosotros mismos, descuidamos el valioso cultivo del cariño y de la compasión. Puesto que nuestra propia vida comienza y termina con necesidad de afecto, ¿no sería mejor que practicásemos la compasión y el amor hacia los demás mientras somos fuertes y capaces?»

La cita es del actual Dalai Lama. Es verdaderamente curioso observar cómo nos enorgullecemos de nuestra independencia emocional. Aunque, claro está, tal cosa sea muy cuestionable: seguimos necesitando a los demás durante toda nuestra existencia, sólo que resulta “vergonzoso” demostrarlo, y entonces preferimos llorar ocultamente. Y si alguien nos pide ayuda, es que se trata de un sujeto débil, de alguien incapaz de controlar sus sentimientos.
Hay una ley no escrita que dice que “el mundo es de los fuertes”, y que “sobrevive apenas el más apto”. Si esto fuese cierto, la especie humana no habría podido subsistir, pues sus individuos necesitan protección durante un largo periodo de tiempo (los especialistas dicen que apenas podemos valernos por nosotros mismos después de los nueve años de edad, mientras que una jirafa lo consigue en ocho meses como máximo, y una abeja alcanza su independencia en menos de cinco minutos).
Estamos en este mundo. Por lo que a mí respecta, yo sigo – y seguiré siempre – dependiendo de los demás. Dependo de mi mujer, de mis amigos, de mis editores. Dependo incluso de mis enemigos, que me ayudan a permanecer siempre adiestrado en el uso de la espada.
Desde luego, hay momentos en los que este fuego avanza en otra dirección, pero yo nunca dejo de preguntarme: ¿Dónde están los otros? ¿Acaso me aislé demasiado? Como a cualquier persona sana, también me hace falta la soledad, el tiempo de la reflexión.
Pero esto no debe convertirse en un vicio.
La independencia emocional no conduce absolutamente a ninguna parte – a no ser a una pretendida fortaleza, cuyo único e inútil objetivo es impresionar a los demás.
La dependencia emocional, por su parte, es como una hoguera que encendiéramos.
Al principio, las relaciones son difíciles. De la misma manera, con el fuego hay que conformarse primero con el desagradable humo, que dificulta la respiración y arranca las lágrimas. Sin embargo, una vez encendido el fuego, el humo desaparece, y las llamas lo iluminan todo, transmitiendo calor, calma, y, de cuando en cuando, haciendo saltar alguna brasa que nos quema, pero que también anima nuestra relación. ¿No están de acuerdo?
Esta columna empezaba con una cita de un premio Nobel de la Paz defendiendo la importancia de las relaciones humanas. Concluyo ahora con unas palabras del profesor Albert Schweitzer, médico e misionero, que recibió el mismo premio Nobel en 1952:
«Todos hemos oído hablar de una dolencia de África Central conocida como enfermedad del sueño. Lo que tenemos que saber es que existe una enfermedad muy similar que ataca al alma, y que es muy peligrosa, porque se desarrolla sin ser detectada. Al notar el menor síntoma de indiferencia y de falta de entusiasmo ante los demás, hay que hacer saltar las alarmas.
»La única manera de prevenirse contra esta enfermedad es entender que el alma sufre, y mucho, cuando la obligamos a vivir superficialmente. Al alma le gustan las cosas bellas y profundas».

Paulo Coelho

Guerrero de la Luz

Acerca de Luis R Castellanos

IT Professor | Spanish Instructor - Profesor de TI | Instructor de Español

Publicado el 27 marzo, 2009 en coelho. Añade a favoritos el enlace permanente. 11 comentarios.

  1. Me gusta ser un sujeto débil y depender emocionalmente de los demás, lo he hecho siempre y cuento con hacerlo durante toda mi vida. Por otro lado mi hija de siete años que, lógicamente, ahora es totalmente dependiente, espero saber orientarla para que en su madurez también lo sea.

  2. 365vibraciones

    A mí siempre me ha dado miedo depender emocionalmente por algunos objetivos que subyacen a la emoción. De todas formas, dependo, y me gusta, así como que dependan de mí.

    Un blog fantástico!

  3. hola..buena reflexion… soi alguien fria… no se manejar mis emociones… sufro…y se que daño a las personas… me cuesta ntender lo que yo mismas quiero…saludos…

  4. Hoy no logre enviar mi punto de vista :`(

    Feliz fin de semana.

    Gracias luis, buen artículo.

    Ah si, soy de cabimas.

    Saludos

  5. Saludos a todos. Por momentos me gusta depender. Por momentos me gusta que dependan de mi. Creo que no siempre debemos depender, y no siempre deben depender de nosotros. Y allí entra la independencia emocional. Así sea por raticos…

    Saludos Kari. Quizás un día de estos que vengas a Maracaibo te invite un café…

  6. Como dicen en mi tierra: «Ni tanto que queme al santo, ni tanto que no lo alumbre» (para los que no han escuchado esta frase: se supone que es una veladora que se le pone delante a un santito pero que no se debe acercársela demasiado ni tampoco alejarla tanto); bueno el punto es que todos necesitamos de todos, o por lo menos de alguien en quien confiar, con quien compartir, con quien disfrutar, con quien llorar, con quien reír, con quien preocuparnos u ocuparnos sobre alguna cuestión que este aconteciendo en nuestras vidas.
    Y es bueno no depender al 100% de alguien porque nuestra felicidad debe estar basada en lo que somos y en lo que podemos dar; eso de los apegos yo considero que es uno de los mayores retos del ser humano. Pero también es cierto que debemos cultivar las relaciones familiares, de pareja, amistosas y todas en general, pues como bien dice el artículo a la larga eso es lo que nos ayuda a mantenernos, a sentirnos queridos y requeridos.
    Además, si nosotros no damos a nuestros hijos, nuestros hermanos, nuestra pareja, nuestros amigos un tiempo de convivencia de CALIDAD, la comunicación, la comprensión, la hermandad, cómo pretendemos que después ellos la prediquen hacia nosotros?.
    Bonito día.

  7. Saludos Laura. No había escuchado ese refrán… Por eso digo que a veces es bueno depender, y otras veces que dependen de uno… No siempre nos sentimos vencedores. Hay veces que nos sentimos vencidos y buscamos el refugio en alguien querido…

  8. Muy bien Laura, me uno a tu comentario y te lo resumo en una palabra? EQUILIBRIO… No somos seres autodependientes necesitamos unos de otros, es decir, saber encontrar nuestras necesidades pero no colgarnos ni que permitir que se nos cuelguen…. ayudarnos sanamente, subsistir ecologicamente …

  9. Gracias a todos por sus comentarios. Se siente bien leerlos pues me hace pensar que todos estamos en la misma sintonia. Hace tiempo aprendi que si comunicamos lo que sentimos los unos a los otros, de alguna forma estamos usando nuestra dependencia emocional.

  10. Saludos Sue. De una manera u otra dependemos de alguien emocionalmente. Por eso debemos tener el balance adecuado. Ni muy dependiente, ni muy independiente…

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